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De repente de un ciprés
de un ciprés que señalaba al cielo ,que estaba al lado de mi habitación
y se estiraba con todas sus fuerzas para tocarlo.
un enchufe en el tronco del ciprés que se estiraba para avisar y con esfuerzo
conecte en el enchufe el cable que estaba ya aburrido en la nuca del conjunto de huesos donde reside mi hueso preferido, el occipital,
el occipital de color fúcsia es mi hueso preferido pero nunca se deja dar de comer....... mi cabeza absorvió la energia suficiente para encender los intermitentes durante tres dias y media noche de mucha contaminación, de esa que hace llover cómo si mearan en amarillo azufre los ángeles clavos,,,,
un día terrible para un martillo, de esos de cabeza gorda y pesada , con cuerpo delgado y frágil de palo de pata de pirata del malo del niño gruñón que solo de alegra cuando cada verano muere su abuela, la abuela de pelos de punta y cara de vieja vasija , que se le llena la vegiga de olivas amarillas que come sin masticar para poder comer más, -para que?-
