miércoles, 11 de septiembre de 2013

Algo pasó
Hace algún un tiempo,un año o así, en una tarde que probablemente era un Domingo de primavera, que es cuando los partidos ya son importantes. Estábamos en la grada viendo a nuestro equipo de fútbol luchar para mantenerse en la división de plata, como buenos socios. Uno de mis compañeros, R. se dirigió hacia mi con fuerza y convicción, muy insólito en él (R. que es como un niño de once años aunque tiene más de treinta y tantos tiene además una enfermedad mental bastante jodida, la esquizofrenia, por lo que atiborran a pastillas dejándolo medio zombie). Pues bueno, R. con un tono de voz muy serio y contundente se dirigió hacia mi y me dijo; Nosotros ya estamos salvados. En ese instante se hizo un silencio en el el estadio, yo no oía nada más, no podía centrar la mirada en nada y como si un rayo hubiera atravesado todo mi cráneo me quedé suspendido encima del árbitro.M e quedé de piedra y le miré perplejo además de un poco asustado, pero a la vez  muy tranquilo y aliviado, veía con claridad. Le miré y como si nada hubiera pasado  el siguió gritando, dejándose llevar por la grada en medio de los cánticos, entre las risas y los chillidos en su habitual tono histriónico. Sonreí y le miré, no se percató, así que continué viendo el partido junto a los demás entre cervezas, tácticas y grandes cambios Algo había pasado.

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